Piedra, papel, tijera (o expeliarmus)

De niño era tan rebelde, pero tan rebelde, que me decían «quédate ahí» y me iba a otro lado. Que varón.

Haciendo un poco de memoria, mis padres siempre me dieron órdenes que podía cumplir, o que pensaban que podría. De niño se les ocurrió que yo podría cargar 4 botellas de 1 litro cada una con agua y llevarlas a casa, yo no sabía si era posible o no pero era la orden y debía cumplirla. Lo logré, aún no se cómo, creo que sólo hice lo que me pidieron.

En mi casa no trabajamos con el sistema de recompensas, en mi casa hacías tu labor porque debías, no por un premio. De esa manera aprendí que obedecer no depende de una recompensa, sino de la necesidad de cumplir una tarea. Tenemos tareas pequeñas como colocar comida en el plato de mi mascota, cerrar bien la puerta, guardar la ropa doblada, llevar llaves cuando salimos, entre otras.

Hay una historia en particular sobre la obediencia, una, que me golpeó hace tres semanas. El pueblo hebreo estaba en el desierto y tenía muchísima sed, por lo que Moisés acudió ante Dios para saber qué hacer, la petición de Jehová fue:

Dios se presentó con toda su gloria. Le dijo a Moisés:

Toma tu vara, y pídele a tu hermano Aarón que te ayude a reunir a todo el pueblo. Luego, en presencia de todos, ordénale a la roca que les dé agua. Y sacarás agua de la roca, y beberá todo el pueblo y su ganado

Pero:

 Moisés hizo lo que Dios le mandó, y tomó la vara que estaba en presencia de Dios. Luego Moisés y Aarón reunieron delante de la roca a toda la gente, y Moisés les dijo: «¡Óiganme bien, rebeldes! ¿Acaso quieren que saquemos agua de esta roca para que ustedes beban?»

Mientras decía esto, Moisés golpeó dos veces la roca con la vara, ¡y empezó a salir tanta agua que toda la gente y su ganado bebieron!

¿Encontraron la diferencia entre la petición de Dios y la acción de Moisés? Sin pretender ser teólogo ni erudito del lenguaje, me parece que entre ordenar y golpear hay diferencia. Me parece.

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