El bosón de Higgs y mi ateísmo cristiano

Siempre tuve problemas con el pecado. El mayor era que no podía pecar tranquilamente pues mi religión prohíbe pecar a gusto a quienes tenemos alguna debilidad por lo prohibido (como tú lo disfrutas también). Así que adopté el término que alguna vez leí en un artículo, me convertí en un cristiano ateo.

Un cristiano ateo es el que clama a Dios en la mañana porque necesita un taxi urgentemente, pero que le pide que salga un momento del dormitorio porque lo que va a pasar no es de su incumbencia. Es aquel que necesita alguien a quien echarle la culpa de lo que pasa (¡Dios porqué permitiste eso!) pero se queja de que no pueda hacer lo que le da la gana porque el libro sagrado lo condena. Ese es un cristiano ateo, y hoy me veo en un espejo en este post.

Con el anuncio mundial del posible descubrimiento del Bosón de Higgs o «partícula de Dios» había una leve esperanza para muchos de que realmente Dios teóricamente no existiera, y eso nos permitiría a muchos disfrutar del placer de hacer todo lo que está prohibido

El tal bosón no fue descubierto y por lo tanto Dios aún existe para la ciencia. ¿Eso cómo me afecta? Lo único que logró aquel experimento es recordarme todos los episodios de mi vida donde algo o alguien más allá de mi alcance intervino. Muchas veces fue mi salud, mi familia, la de mi hermano. No se porqué seguir buscando razones para creer en Dios, siendo su presencia para mi, personalmente, tan evidente.

2 comentarios en “El bosón de Higgs y mi ateísmo cristiano”

  1. Hola Miguel, en ningún momento afirmo que el bosón de Higgs exista o no exista. Por eso dice «Dios aún existe para la ciencia» en un tono irónico. Personalmente creo que la ciencia está para apoyar la fe y viceversa. Gracias por comentar

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