Caminando a ningún lugar

Estoy leyendo Génesis, un libro bastante documental, interesante. Si quieres nombres para tus hijos, Génesis es el libro preciso, está lleno de ejemplos muy contemporáneos, varoniles y fáciles de pronunciar como Zibeón, Basemat, Reuel, Nahat, Sobal, Samla, entre otros. ¡Que bonitos nombres!

La historia de nuestra fe empieza en este libro mencionando la creación, la desobediencia de Adán y Eva, el diluvio de Noé, etc etc, hasta llegar a uno de los más grandes casos de fe que encontramos en la Biblia: el llamado de Abraham.

Jehová llama a Abram (después sería Abraham) con una «simple» instrucción:

Deja tu patria y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré.
(Gen. 12 NTV)

¡Muy sencillo! Te despides de todos, recoges tus cosas y chaolín, empiezas el viaje a… ¿ningún lugar?

¿Qué quiere decir Dios con eso de «a la tierra que te mostraré»? No hubiese sido más sencillo decir «y vete a Dublín/Ambato/Cali/Quito/Tarsis/Madrid?» A veces parece que Dios no da las instrucciones completas, aunque la verdad es que de eso se trata la fe, de obedecer aunque no tenga mucho sentido o aunque no conozcamos el final de la historia.

Muchos de ustedes, queridos cerebritos bíblicos dirán «pero es obvio que Dios iba a bendecir a Abraham y se haría un hombre famoso con mucho dinero» y es fácil decirlo porque hemos leído muchas veces la historia. Pero ¿cómo le dices a un paciente de hospital el final de su historia que no conoces? ¿Cómo le dices a ese esposo y a esa esposa que están en proceso de divorcio que el final de la historia es diferente? ¿Has estado en el final de tu situación? ¡No! Lo único que queda es creer y obedecer.

Muchas veces pensarás que estás caminando en el vacío, que lo que decidiste te está llevando a nada. Confía, porque si Dios te pidió que lo hagas, él te pondrá donde debes estar.

La lección en esta ocasión no es «llegar a la meta» sino dar ese paso hacia lo desconocido, confiando en que Dios te mostrará el camino que debes seguir. Él sí ha estado en el final de nuestra historia.

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